San Juan del Hospital fue la primera iglesia construida después de la reconquista de Valencia a los moros en 1238.
La iglesia de San Juan del Hospital conserva restos de diferentes épocas incluso de la época romana. En el patio sur aparecieron restos de la franja mediana del circo romano de Valentia.
La orden de los caballeros del hospital de San Juan de Jerusalén fue la primera orden religiosa y militar que se fundó en Jerusalén durante las Cruzadas. Las misiones de los miembros eran la defensa de la fe católica y la protección de los peregrinos. Hoy en día se les conoce como la orden de Malta. Durante el siglo XII, los Caballeros Hospitalarios se extendieron por Europa y participaron en la reconquista de España a los moros. En 1238 ayudaron al rey Jaime I de Aragón a tomar Valencia. Su aportación fue muy importante y, en agradecimiento, el rey cedió a los Caballeros un terreno junto a la puerta de Xerea de la ciudad, que luego defendieron. Los caballeros construyeron allí un hospital, una iglesia, una residencia y un cementerio. De aquellos edificios se conservan vestigios en el conjunto histórico de San Juan del Hospital, que fue adscrito en 1966 a la Prelatura del Opus Dei.
Los Caballeros Hospitalarios construyeron en una época marcada por profundos cambios políticos, religiosos y artísticos.
La iglesia primitiva fue construida según la tradición románica. A principios del siglo XIV se amplió y se incorporaron innovaciones del gótico mediterráneo, respetando siempre la austeridad cisterciense. La iglesia tiene una nave central con capillas laterales cubiertas con bóveda de cañón apuntado, ábside poligonal y muros con amplios ventanales acristalados con alabastro.
A la entrada de la iglesia hay varias cruces rojas, estas representan el número y posición de los Caballeros que vivieron en la residencia monástica en el siglo XIII.
Las columnas de los arcos del presbiterio están formadas por fustes romanos de mármol blanco reutilizados y fustes de mármol rosa con capiteles islámicos del siglo X. En la columna sur hay una curiosa inscripción: un signo hebreo que representa la hiedra.
La transición de las pinturas murales.
La Capilla de San Miguel está decorada con pinturas murales que, por su iconografía, composición cromática y ornamentación, se remontan al siglo XIII. Se muestra una representación de Cristo y su Gloria y sosteniendo la Cruz de la Victoria, mientras que en la pared opuesta se encuentra una representación de la iglesia, personificada como su Santa Esposa. Tienen un valor único porque el tiempo, la humedad y diversos incendios han provocado la pérdida de restos similares.
El patio sur contiene el único cementerio medieval de la ciudad y su capilla es única en Europa.
En el lugar donde solía refrescarse el gran emir de la ciudad se han descubierto restos de una fuente islámica. En ese lugar los Caballeros dispusieron un cementerio. los ricos y los gremios de comerciantes financiaron suntuosas tumbas en forma de arcosolia, aquellas personas con escasos recursos económicos fueron enterradas en la tierra e identificadas con estelas, lápidas o túmulos. La capilla funeraria es un elemento esencial en la arquitectura hospitalaria medieval, siendo uno de los pocos ejemplos que quedan en Europa.
La emperatriz bizantina Constanza fue benefactora de San Juan del Hospital, hija del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Federico II, Constanza de Hohenstaufen, estaba casada con Juan Dokas Vatazes, emperador de Bizancio. Tras su muerte, Constanza fue recibida en Valencia por su pariente, el rey Jaime I. Constanza era muy devota de la mártir bizantina Santa Bárbara, por lo que se construyó una pequeña capilla en su honor en San Juan del Hospital. Allí fue enterrada Constanza en 1307. La creciente devoción a Santa Bárbara motivó la construcción de una nueva capilla.
Esta devoción se extendió por todo Occidente. Sin embargo la capilla actual fue construida en el siglo XVII por Juan Bautista Pérez Castiel, el arquitecto más prestigioso de la época. En 1689, cuando se completó la capilla, se trasladaron allí los restos de la emperatriz Constanza. Santa Bárbara es la patrona de la Pirotecnia, y cada año las Falleras Mayores de Valencia acuden a la ermita para realizar una ofrenda floral y rezar para que las fiestas se desarrollen sin incidentes.
Los hallazgos de Spina
En 1996, la Comisión Europea de Cultura aprobó los proyectos para restaurar el mausoleo barroco y recuperar el primer entierro de la emperatriz Constanza de Hohenstaufen. Al excavar el área de la tumba original, se encontró una cripta en el suelo. Los restos de un muro y capas de grava fueron identificados como la espina y la superficie de actuación del circo de la época romana . También se encontraron restos cotidianos de habitantes de esa época como copas, lacrimosas, pulseras y sartas de cuentas de collar.
El sitio estuvo a punto de ser demolido en 1943.
Durante la Guerra Civil Española, la iglesia de San Juan del Hospital fue saqueada e incendiada, el estado de la iglesia era tan desastroso que el Arzobispo de Valencia decidió derribarla. Sin embargo el académico Elías Tormo lo impidió y en 1943 la iglesia fue declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional. El culto revivió en 1966 cuando el arzobispo de Valencia confió el conjunto a la Prelatura del Opus Dei. Desde entonces se han hecho esfuerzos para restaurar la iglesia a su belleza natural. Al mismo tiempo que se desarrollan iniciativas de catequesis, solidaridad y difusión de la cultura. En 1997 el sitio fue declarado museo in situ y se constituyó la fundación San Juan del Hospital.